Este año ha estado, para muchas organizaciones, un punto de inflexión en la forma como gestionan su infraestructura tecnológica. El aumento constante de la complexidad (entornos híbridos, dependencia del cloud, ciberamenazas sofisticada y aplicaciones cada vez más distribuidas) ha obligado a las empresas a replantearse como monitorizan, como protegen y como gobiernan sus sistemas.

En Solucions-IM hemos acompañado a organizaciones críticas durante todo el año, y lo que hemos visto confirma una tendencia clara: la monitorización ya no es solo un conjunto de herramientas técnicas. Es una pieza estratégica para proteger la continuidad del negocio y tomar decisiones informadas.

Este año hemos aprendido mucho, y queremos compartir los aprendizajes más relevantes del 2025, reflejando cómo ha evolucionado el sector y cómo las empresas pueden prepararse para lo que viene en 2026.

1. La monitorización híbrida y distribuida se consolida

La transición a la nube sigue siendo inevitable, pero muchas empresas mantienen parte de su infraestructura on-premise por necesidades de seguridad, regulación o rendimiento.

En 2025, hemos visto cómo la monitorización híbrida se ha convertido en un requisito, no en una opción. No basta con controlar un entorno aislado; es necesario tener visibilidad en todos los puntos críticos, desde servidores locales hasta aplicaciones en la nube.

Los clientes que implementaron soluciones de monitorización distribuida (como explicamos aquí) consiguieron reducir significativamente los tiempos de detección de incidencias y mejorar la disponibilidad de sus servicios.

2. Monitorización en tiempo real: decisiones más rápidas y precisas

La monitorización en tiempo real ya no es un lujo. Es un requisito para tomar decisiones que impacten directamente en la operativa diaria y en la experiencia del usuario.

Hemos trabajado con empresas que necesitaban decisiones inmediatas basadas en datos, y los resultados han sido evidentes: reducción de tiempos de respuesta, detección temprana de problemas y mejora de la productividad interna.

3. Priorizar KPIs relevantes: no todos los números importan igual

Uno de los aprendizajes más importantes de 2025 es que no todos los KPIs son iguales.

Por ejemplo, un 95% de uso de CPU no genera alarma si el servicio funciona correctamente. En cambio, un backup que falla sin aviso sí puede provocar un problema crítico.

En nuestros proyectos, hemos ayudado a las empresas a enfocar su monitorización en métricas que realmente impactan en el negocio, eliminando ruido y aumentando la efectividad de los equipos TI.

4. La inteligencia artificial transforma la monitorización

2025 ha sido el año en el que la IA ha dejado de ser una promesa y se ha convertido en una herramienta práctica y central en la monitorización TI.

Gracias a algoritmos de aprendizaje automático, los sistemas pueden predecir incidencias antes de que afecten al usuario, reducir alertas repetitivas y priorizar problemas según su impacto real.

Esto no reemplaza a los equipos humanos; los potencia. La IA permite que los profesionales se concentren en decisiones estratégicas, mientras los sistemas se encargan de la detección, correlación y automatización de respuestas.

5. Herramientas, optimización y lecciones aprendidas

En 2025 también reforzamos la importancia de elegir correctamente herramientas y plugins, así como de seguir buenas prácticas en la implementación. El aprendizaje clave: un sistema potente no basta, la estrategia, configuración y seguimiento marcan la diferencia.

6. El impacto en la experiencia de usuario y el negocio

Finalmente, 2025 nos ha enseñado que el valor de la monitorización se mide por cómo impacta en la experiencia real de los usuarios y en la continuidad del negocio.

El objetivo ya no es solo “tener datos”, sino convertir esos datos en decisiones confiables, reducir riesgos, anticiparse a problemas y mejorar la productividad.

Mirando hacia 2026

Si algo ha quedado claro este año es que la monitorización ya no es solo un asunto técnico: es una herramienta estratégica que conecta infraestructura, negocio y experiencia del usuario.

Las empresas que hayan aprendido de 2025 estarán mejor preparadas para adoptar las tendencias que definirán 2026: observabilidad unificada, IA avanzada, enfoque en experiencia digital, gobernanza de costes cloud y automatización inteligente.

En Solucions-IM seguiremos acompañando a nuestros clientes para que transformen estos aprendizajes en ventaja competitiva y continuidad real.