Tradicionalmente, la monitorización de infraestructuras de TI se ha llevado a cabo utilizando protocolos como SSH para equipos Linux, WMI para sistemas Windows o SNMP para dispositivos de red. Pero también existe otra forma de monitorizar los elementos de la infraestructura de una empresa, monitorizar a través de APIs.
¿Qué es una API?
Una API (Application Programming Interface, o Interfaz de Programación de Aplicaciones) es un conjunto de reglas y protocolos que permite la comunicación entre diferentes aplicaciones o servicios. A través de estas interfaces, una aplicación puede solicitar información específica y recibir una respuesta estructurada, generalmente en formatos como JSON o XML.
¿Cómo se monitoriza a través de API?
La monitorización a través de API se realiza como se hace con el resto de las formas de monitorizar que ya conocemos. Lo único que se requiere es disponer del plugin adecuado para la herramienta de monitorización o desarrollar uno personalizado.
Este plugin se encarga de:
- Enviar solicitudes HTTP a la API del dispositivo o servicio a monitorizar.
- Recoger la respuesta con los datos solicitados.
- Interpretar esa respuesta para extraer el valor o métrica deseada.
- Enviar esta información a la herramienta de monitorización, que evaluará si se deben generar alertas en función de los umbrales configurados.
¿Qué ventajas ofrece?
Este tipo de monitorización ofrece una serie de beneficios importantes frente a los métodos tradicionales:
- Seguridad: Al acceder a la API podemos obtener datos de forma segura y menos intrusiva que otras opciones.
- Inmediatez: La información se obtiene en tiempo real, lo que mejora significativamente la capacidad de respuesta ante incidencias.
- Simplificación: Los dispositivos del mismo fabricante suelen compartir una misma API, lo que permite reutilizar el mismo plugin en múltiples modelos.
- Estabilidad: Los fabricantes no suelen hacer grandes cambios en la API de los dispositivos y esto hace que un plugin sea válido por mucho tiempo.
¿Qué desventajas tiene?
Pese a sus ventajas, este enfoque también presenta algunas limitaciones:
- Disponibilidad: No todos los dispositivos o servicios ofrecen una API accesible para tareas de monitorización.
- Capacidad limitada: Algunas APIs proporcionan información muy básica, lo que puede restringir la profundidad del monitoreo.
- Falta de soporte: En el caso de equipos menos populares, es posible que no exista un plugin ya desarrollado, por lo que habrá que invertir tiempo y recursos en crear uno personalizado.
Conclusión
La monitorización mediante API es una buena alternativa frente a los métodos tradicionales. Permite obtener información detallada y en tiempo real con un enfoque más seguro y menos invasivo. Si bien presenta ciertas limitaciones, su adopción puede suponer una mejora significativa en la gestión y supervisión de infraestructuras, siempre que se disponga del plugin adecuado o se cuente con la capacidad para desarrollarlo a medida.